Obama arribó este martes para una corta visita de cinco horas, la primera de un mandatario estadounidense en medio siglo a ese estado asociado, donde lo esperaban manifestaciones tanto a favor de la independencia como de la anexión.
Al respecto, aseguró que "cuando el pueblo de Puerto Rico tome una decisión clara, los Estados Unidos estarán a su lado", lo que provocó aplausos de la multitud que lo esperaba en el aeropuerto Muñiz.
El mandatario recordó, así, que los puertorriqueños tienen la posibilidad de celebrar una serie de plebiscitos para definir si quieren seguir asociados a la metrópoli, como desde 1952, ser anexionados o lograr la independencia.
Obama, además, se comprometió a impulsar la inversión en energía y educación. "Hay que invertir en nosotros", sostuvo y reiteró que tanto los Estados Unidos como la isla caribeña deberán tener "sistemas energéticos más eficaces".
Insistió en la construcción de un mejor futuro para las familias, lo que, aclaró, se consigue con una economía más robusta. Agregó que es consciente de que el principal problema de los puertorriqueños es cómo pagar sus cuentas cada mes.
El mandatario tuvo palabras de agradecimiento para todos los militares puertorriqueños que participaron en los conflictos de Afganistán e Irak, así como de la contribución boricua en la Segunda Guerra Mundial, que representó en el mismo aeropuerto el veterano de cien años Juan Castillo.
Los puertorriqueños son una colectividad importante de cara a las elecciones en Florida, ya que podrían ayudar a Obama a compensar la influencia de los cubanos de tendencia republicana y a consolidarse para el próximo año, como ya lo hicieron en los comicios de 2008.
Los latinos apoyaron a Obama en una proporción de dos a uno en 2008, pero se han decepcionado por su incapacidad de concretar la reforma inmigratoria que prometió durante la campaña de 2008, y la extensión de su apoyo no puede ser vista como segura.
"Hay mucho entusiasmo aquí", dijo el gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño. Él espera que Obama reconozca la contribución de los puertorriqueños en las Fuerzas Armadas estadounidenses así como la necesidad de crear empleo.
Unos 4,6 millones de puertorriqueños viven en los Estados Unidos y tienen derecho a votar en las elecciones presidenciales. Superan a los 3,9 millones que viven en el territorio estadounidense de Puerto Rico, que sólo pueden votar en las primarias presidenciales.
Esto podría ser decisivo el próximo año en Florida, donde Obama venció a su rival republicano John McCain en 2008 por más de 200 mil votos, o 2,5 puntos porcentuales, pero donde los sondeos de opinión muestran que el resultado en el estado ahora sería incierto.
El desempleo en Florida fue de un 10,8% en abril, comparado con un promedio nacional de un 9% este mes, y la capacidad de Obama para conectar con los puertorriqueños podría resultar vital. Muchos de ellos viven cerca de Orlando, en el condado Orange en el centro de Florida, y fueron parte de la ola que lo ayudó la última vez.
"Ningún presidente demócrata desde Franklin Delano Roosevelt había ganado en el condado Orange hasta 2008. Creo firmemente que el voto puertorriqueño hizo eso posible", dijo Luis Martínez-Fernández, profesor de historia de la Universidad de Florida Central, Orlando.
Además de las actividades oficiales, Obama recaudó alrededor de un millón de dólares para su campaña para ser reelecto en 2012.
Fuente: Reuters - DPA - EFE
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